Platón
nació hacia el año 428 a. C. en Atenas o Egina en el seno de una
familia aristocrática ateniense.Guthrie (1988d, p. 21) Era hijo de
Aristón, quien se decía descendiente de Codro, el último de los
reyes de Atenas, y de Perictione, cuya familia estaba emparentada con
Solón; era hermano menor de Glaucón y de Adimanto, hermano mayor de
Potone (madre de Espeusipo, su futuro discípulo y sucesor en la
dirección de la Academia) y medio-hermano de Antifonte (pues
Perictione, luego de la muerte de Aristón, se casó con Pirilampes y
tuvo un quinto hijo). Critias y Cármides, miembros de la dictadura
oligárquica de los Treinta Tiranos que usurpó el poder en Atenas
después de la Guerra del Peloponeso, eran, respectivamente, tío y
primo de Platón por parte de su madre.6 En consonancia con su
origen, Platón fue un acérrimo anti-demócrata (véanse sus
escritos políticos: República, Político, Leyes); con todo, ello no
le impidió rechazar las violentas acciones que habían cometido sus
parientes oligárquicos y rehusar participar en su gobierno.7
El
nombre de Platón fue, al parecer, el apodo que le puso su profesor
de gimnasia y que se traduce como aquel que tiene anchas espaldas,
según recoge Diógenes Laercio en Vida de los filósofos ilustres.
Su nombre verdadero fue Aristocles.8
Espeusipo,
sobrino de Platón, elogia la rapidez mental y la modestia que tuvo
de niño, así como su amor por el estudio.9 En su juventud se habría
interesado por artes como la pintura, la poesía y el drama; de
hecho, se conserva un conjunto de epigramas que suelen ser aceptados
como auténticos, y la tradición refiere que había escrito o tenía
interés en escribir tragedias, afán que habría abandonado al
comenzar a frecuentar a Sócrates,10 nótense las duras críticas que
Platón hace de las artes en República, fundamentando su parcial
expulsión del Estado ideal. También, según se ve en su teoría
educativa, siempre se interesó por la gimnasia y los ejercicios
corporales, y ciertas fuentes refieren que se habría dedicado a las
prácticas atléticas; habría participado asimismo de algunas
batallas de la Guerra del Peloponeso y de la Guerra de Corinto, pero
no hay información al respecto más que simples menciones del
caso.11
En
cuanto a su formación intelectual temprana, Aristóteles refiere
que, antes de conocer a Sócrates, Platón había tratado con el
heraclíteo Crátilo y sus ideas de que todo lo sensible está en
devenir y, por tanto, de que no es posible el conocimiento científico
acerca de ello; pero que luego, influido por Sócrates y su enseñanza
e insistencia en inquirir y definir qué es cada cosa para poder
hablar de ella con propiedad, se convenció de que había realidades
cognoscibles y, por tanto, permanentes, y decidió que no eran
sensibles -el ámbito de lo que siempre deviene y nunca es- sino de
naturaleza inteligible. Éste es, según Aristóteles, el origen de
la teoría de las Ideas, y su información nos permite reconstruir
algo del itinerario biográfico-intelectual de Platón.12
Según
Diógenes Laercio, Platón conoció a Sócrates a la edad de 20
años,13 aunque el historiador W. K. C. Guthrie se muestra convencido
de que ya lo frecuentaba con anterioridad.14 De cualquier modo, puede
acordarse en que el primer encuentro se produjo entre el 412 y el 407
(es decir, entre los quince y los veinte años de Platón). A partir
de allí, fue uno de los miembros más cercanos del círculo
socrático hasta que en 399, Sócrates, que contaba unos setenta
años, fue condenado a la pena de muerte por el tribunal popular
ateniense, acusado por los ciudadanos Ánito y Meleto de "impiedad"
(es decir, de no creer en los dioses o de ofenderlos) y de "corromper
a la juventud". La Apología nos muestra a Sócrates frente al
tribunal, ensayando su defensa y acusando a sus opositores de la
injusticia que estaban cometiendo contra él; luego de ser declarado
culpable, Sócrates menciona a un grupo de amigos que están en la
tribuna, entre ellos Platón.15 Sin embargo, Platón mismo hace que
Fedón diga, en el diálogo que lleva su nombre y al referir a
Equécrates la tarde última de Sócrates con sus amigos antes de
beber la cicuta, que "Platón estaba enfermo, creo".16 A
propósito de su ausencia, W. K. C. Guthrie (1988c, p. 462, n. 120)
escribe: "Juzgarlo de forma desfavorable por ello sería
injusto, ya que no sólo debemos esa circunstancia a Platón mismo,
sino que el conjunto del Fedón, por no decir nada de otros diálogos,
deja fuera de toda duda la indudable realidad y la fuerza de su
devoción a Sócrates. Sus sentimientos pudieron haber sido tan
intensos que no fuera capaz de soportar el espectáculo de ser
testigo de la muerte real del mejor, el más sabio y el más justo de
los hombres que conoció".
Luego
de la pérdida de Sócrates, Platón, que tenía sólo veintiocho
años, se retiró con algunos otros de los discípulos de su maestro
a Megara, Sicilia, a la casa de Euclides (socrático, fundador de la
escuela megárica). De allí habría viajado a Cirene, donde se
reunió con el matemático Teodoro (personificado en el Teeteto) y
con Arisitipo (socrático también, fundador de la escuela cirenaica)
y a Egipto, aunque estos dos últimos viajes son puestos en duda por
muchos especialistas.17 Se tienen por más seguros, en cambio, los
viajes a Italia y a Sicilia, no sólo porque hay más testimonios,
sino por la decisiva Carta VII, en base a la cual se reconstruye el
resto de sus travesías. En su viaje a Italia habría tenido contacto
con eléatas y pitagóricos, dos de las principales influencias que
acusan sus obras, en especial con Filolao, Eurito y Arquitas de
Tarento, quien era, a la vez, político y filósofo en su pólis. En
el 387 viajó por primera vez a Sicilia, a la poderosa ciudad de
Siracusa, gobernada por el tirano Dionisio; allí conoció a Dión,
el cuñado de Dionisio, por quien se sintió poderosamente atraído y
al que transmitió las doctrinas socráticas acerca de la virtud y
del placer. Según un relato tradicional, al final de su visita,
Platón habría sido vendido como esclavo por orden de Dionisio y
rescatado por el cirenaico Anníceris en Egina, pólis que estaba en
guerra con Atenas.17
A
la vuelta de Sicilia, se estima que al poco tiempo, Platón compró
una finca en las afueras de Atenas, en un emplazamiento dedicado al
héroe Academo, y fundó allí la Academia, que funcionó como tal
ininterrumpidamente hasta el año 86 a.C. al ser destruida por los
romanos, siendo restituida y continuada por los platónicos hasta que
en 529 d. C. fue cerrada definitivamente por Justiniano I, quien veía
en las escuelas paganas una amenaza para el cristianismo y ordenó su
erradicación completa.18 Numerosos filósofos se formaron en esta
milenaria Academia, incluyendo el mismo Aristóteles durante la
dirección de Platón, junto a quien trabajo alrededor de veinte
años, hasta la muerte de su maestro. Vale la pena recordar cierta
descripción de W. K. C. Guthrie (1988d, p. 30) respecto de la
Academia: "...No se parece en nada a ninguna institución
moderna (...) Los paralelos más cercanos son probablemente nuestras
antiguas universidades (...) con las características que han
heredado del mundo medieval, en particular sus conexiones religiosas
y el ideal de la vida en común (...) La santidad del lugar era
grande, y se celebraban otros cultos allí, incluidos los de la misma
Atenea. Para formar una sociedad que tuviera su tierra y sus locales
propios, como hizo Platón, parece que era un requisito legal el
registrarla como thíasos, es decir, como asociación de culto
dedicada al servicio de alguna divinidad. Platón eligió a las
Musas, que ejercían el patronazgo de la educación (...) Las comidas
en común eran famosas por su combinación de alimentos sanos y
moderados con una conversación que valía la pena recordar y anotar.
Se cuenta que un invitado dijo que los que habían cenado con Platón
se sentían bien al día siguiente". En la Academia, que no
aceptaba personas sin conocimientos matemáticos previos, se
impartían enseñanzas sobre distintas ciencias (aritmética,
geometría, astronomía, armonía, puede que también ciencias
naturales) a modo de preparación para la dialéctica, el método
propio de la inquisición filosófica, la actividad principal de la
institución; asimismo, también era principal actividad, en
consonancia con lo expresado en República, la formación de los
filósofos en política, de modo que fueran capaces de legislar,
asesorar e incluso gobernar (se sabe de varios platónicos que, luego
de estudiar en la Academia, se dedicaron efectivamente a estas
actividades).19
Platón
también recibió influencias de otros filósofos, como Pitágoras,
cuyas nociones de armonía numérica y geomatemáticas se hacen eco
en la noción de Platón sobre las Formas; también Anaxágoras,
quien enseñó a Sócrates y que afirmaba que la inteligencia o la
razón penetra o llena todo; y Parménides, que argüía acerca de la
unidad de todas las cosas y quien influyó sobre el concepto de
Platón acerca del alma.
Platón
murió en el 347 a. C., a los 80/81 años de edad, dedicándose en
sus últimos años de vida a impartir enseñanzas en la academia de
su ciudad natal.
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